martes, 31 de marzo de 2015

Agueda Lozano en Museo Federico Silva



Tal vez no lo sepan pero mi museo favorito de la ciudad es el Museo Federico Silva ubicado en el Centro Histórico de San Luis Potosí, frente al Jardín de San Juan de Dios. Es mi favorito por muchas razones, ahí conocí a Leonora Carrington (su obra pues) y la escultura de Federico Silva (que alberga de manera permanente) me gusta muchísimo, como buen amante de la geometría que soy.

El Museo ha traído en los últimos años a muchísimos artistas contemporáneos del maestro Federico Silva, guiados o propuestos por él mismo para su museo. En esta ocasión trajeron la obra de Agueda Lozano artista mexicana (pintora y escultora) nacida en Chihuahua y actualmente residente en Paris, Francia.


La exposición de nombre 'Venas de Acero' se encuentra en la planta alta del museo, y fué inaugurada por la misma artista en compañía del Secretario de Cultura, el director del Museo y consta de escultura en acero inoxidable en su mayoría y algunas pinturas, aunque el Museo rara vez expone obra pictórica, la excepción se debe a que éstas van marcando cambios en la vida y obra de la artista y sirven a la curaduría de la exposición.





Las obras en su mayoría son de formato mediano/grande (hay una pieza grandísima antes de salir a la terraza ¿cómo le hicieron para meterla?) y destacan los acabados en el material como recortes o esmaltados, además de las composiciones geométricas que son de mucha fuerza, mención aparte merece la excelente iluminación, que juega con sombras en cada una de las piezas y las exalta sin sobre iluminarlas ni reflejarse de más. Verdaderamente Agueda Lozano hace del acero un material bastante noble y lo torna cálido sin que pierda su agresividad.



La exposición de Agueda Lozano estará hasta el 20 de junio, si no han visitado el Museo, ésta es una excelente invitación a que lo hagan y escuchen un poco sobre la historia del recinto, sobre la escultura de Federico Silva y además disfruten la obra de Agueda en planta alta. Muchas personas dirán que el arte contemporáneo es difícil de entender, o aburrido. Como consejo no entren a un museo con ese pensamiento, es mejor entrar y dejarse sorprender por lo que vemos. El arte siempre nos habla, para bien o para mal y solo hay que querer escuchar.







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